No sabía bien como
describirlo y ahora mucho menos. Siempre fui de imaginar cosas pero ese día
quería que estuvieras ahí pero no sabía la razón. Y fue como una fuerza
magnética que no me dejaba alejarme. Repulsión y atracción. Después celos,
muchos celos. La luz atenuó la tormenta de la noche. Qué ironía, no?
viernes, 25 de noviembre de 2016
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario