
Mis manos ásperas y quemadas por el frío
intentan desesperadamente darme una salida para escapar
pero fracasan indefectiblemente en su cometido,
mientras acarician la hoja, esperan la ocasión adecuada
y luego exponen aquello que no quiero descifrar
eso que mis ojos se niegan rotundamente a presenciar
nublándolo todo y llevándose consigo toda mi pasión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario